Periódicamente, en este campo, se registran relatos etnográficos, reflexiones sobre las problemáticas interculturales en salud, y la distancia entre la política y las realidades de las poblaciones, al interior de las dinámicas del encuentro de las culturas de la salud en la diversidad cultural de Colombia y América Latina.
Se comparte que la epidemiología se sitúa en una posición privilegiada para identificar las necesidades de la población en materia de servicios para la prevención de la enfermedad, promoción y protección de la salud, al estar encargada de la identificación de los problemas de salud -los más frecuentes en una sociedad- y de los factores que intervienen en su comprensión y explicación, de tal manera que se ha establecido en centro de responsabilidad de las políticas de salud pública.
Las enfermedades que registra la epidemiología -clasificación internacional de las enfermedades- no coincide con las representadas por parte de los miembros de las comunidades.
El reconocimiento establecido en la Constitución Política se mantiene como un propósito, y los obstáculos para su operacionalización y práctica tienen que ver con la ausencia de claridad en cuanto a qué saberes y prácticas se deben fortalecer y desarrollar, qué tipo de relaciones deben establecerse entre estos saberes, la sociedad y el Estado Nacional.
Hoy en Latinoamerica existen y circulan diversos saberes y prácticas médicas, las personas expresan ideas y pensamientos -"propios"- que comparten con otros miembros de sus comunidades, en otros casos reciben influencias de variadas procedencias, incluso foráneas, que son reelaboradas a partir de experiencias propias y cercanas en dinámicas que dan cuenta de una inserción de lo rural en lo urbano, de lo urbano en lo rural, y de lo global en lo local, en una convivencia de temporalidades histó
En Colombia como en muchas partes del mundo se encuentran las mujeres, genéricamente llamadas parteras, con arraigados y eficaces conocimientos ancestrales para ayudar a nacer la vida, con despliegue de afecto para acompañar a las futuras madres y para recibir en sus manos a niños y niñas que recién salen a la luz. El parterismo hoy, al cumplirse la primera década del siglo XXI, sigue siendo una tradición que no acaba.