Se afirma que la cantidad de agua del planeta tierra ha sido constante desde sus orígenes y que teóricamente es suficiente a pesar del aumento progresivo de la población, pero dos grandes problemas mediatizan esta suficiencia: la desigualdad del reparto mundial de las aguas potables superficiales o subterráneas y el descenso constante de las disponibilidades en los países industrializados por efecto de la contaminación. Problemas que han requerido de su discusión y análisis en foros mundiales, en la meta futurista de la planificación mundial y que exigen tratamientos que involucren además de las medidas tecnológicas, las experiencias centenarias de los pueblos en el manejo de los ecosistemas frágiles ( fabricas naturales de agua), que de ser tenidas en cuenta en el diseño de estrategias de acción podrían contribuir como freno al desequilibrio en la disponibilidad de aguas potables superficiales o subterráneas.