Las narraciones que las personas hacen sobre sus experiencias para recuperar la salud perdida , demuestran que después de utilizar y agotar los tratamientos de sus cultura médica propia, o mejor, de los conocimientos que tienen a su alcance, sin lograr mejoría alguna, recurren a otras alternativas médicas donde van trazando complejas redes de itinerarios terapéuticos que todavía no han sido estudiados y comprendidos.

Se trata de Redes que dan cuenta de dinámicas de correspondencia donde es posible identificar naturales relaciones entre diferentes saberes médicos. Al observarlas en perspectiva panorámica es posible comprobar la continuidad de tradiciones entre los saberes, en lo más profundo se sus estructuras de pensamiento y representación, más no en la apariencia de sus acciones -curaciones-, demostrando ausencia de fronteras espaciales y de conocimiento; también en ellas se pueden descubrir dificultades que evitan y niegan la incorporación o redefinición en el seno de sus matrices culturales, no obstante los contactos posibles que ponen en relación las particularidades culturales y afirman la diferenciación, donde solo es viable la complementariedad de saberes.